Reseña Arena Naucalpan.
Domingo 17 de mayo de 2015.
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz.
En su continua búsqueda por dar algo diferente a los aficionados, el Grupo Internacional Revolución presentó este diecisiete de mayo una nueva versión de la Guerra Revolucionaria, la cual enfrentó en una campal a veinte de sus más destacados elementos, entre jóvenes y veteranos. Para eliminar a los rivales, debían sacarlos del ring por encima de la tercera cuerda y hacerlos caer en la tarima de protección. Aquellos que resultaran eliminados recibirían una correa para que trataran de impedir la salida del cuadrilátero de aquellos elementos que continuaran en la contienda. Ni bien salieron de vestidores, los veinte elementos dejaron en claro que no respetarían jerarquías ni tendrían concesiones con los novatos, y mucho menos se tocarían el corazón para agredir a quienes usualmente hacen equipo con ellos.
Al final, y tras dieciocho eliminados, únicamente quedaron en el cuadrilátero Hijo de Máscara Sagrada e Hijo de Máscara Año Dos Mil, quienes desde hace varios meses traen un fuerte pique. Hijo de Dos Caras quiso avivarse y sacar del cuadrilátero al Capo con golpe de antebrazo, pero éste se avivó y lo prendió con unas tijeras para hacerlo salir del ring. Por unos instantes parecía que la lucha acabaría en empate, pero el Dinamita logró sujetarse de una cuerda y quedarse en la ceja del cuadrilátero, mientras que el heredero del birrostro no lograba controlar su cuerpo y cayó en la tarima de protección para determinar así la victoria del rudo, quien pidió una oportunidad por el campeonato de peso completo que ostenta el Hijo de Dos Caras.
Pese al esfuerzo de Teelo, Mike y Dragón Celestial, la desventaja numérica resultó una aduana muy difícil de superar, y los rudos impusieron su ley en segunda y tercera caída (en esta última con triple a caballo) para llevarse la victoria a casa.
